El vapor es un recurso excelente, pero no es el óptimo para el café. Francesco Illy entendió esto en 1935 cuando patentó una máquina de aire comprimido.
Achille Gaggia patentó en 1947 una máquina de café con un mecanismo de resorte capaz de ejercer una presión de unas ocho atmósferas en el agua.
Esta invención, combinada con el progreso alcanzado por cientos de tostadores de café durante más de un siglo, finalmente condujo a la creación del café expreso italiano.
El paso final lo dio Faema, que en 1960 inventó una maquina que aplica presión por medio al mercado la historia Faema.