Una vez recolectada la cereza, se debe dejar en verde ya para proceder tostarlo, es aquí que también el proceso del café es muy importante ya que si no se hace con dedicación todo se arruinará, es decir, ya hemos recolectado un buen grano, el tostado afectará de forma clara a la apariencia del grano y, en función de lo que se busque potenciar, cambiarán los resultados. Si deseamos potenciar la acidez, el café mermará en un 14% mediante el tostado ligero. Si lo que buscamos es reducir la acidez y realzar otros sabores, la merma puede llegar al 18%. Eso sí, no olvides que al tostarse cada grano se expande, llegando incluso a duplicar su volumen y reducir su peso.
Lo que se debe comenzar es en eliminar los restos de ramas, hojas, piedras o cualquier elemento extraño que haya podido llegar a esta fase tras el beneficiado y el trillado.
En el tostado se introducen los granos en verde a un bombo perforado a través del cual reciben aire caliente mientras el recipiente gira hasta que todos los granos están tostados por igual. La temperatura oscilará entre los 150Cº y los 225Cº pero nunca sobrepasará los 250Cº.
El tiempo decidirá que tostado tendremos, a mayor tostado obtendremos los siguientes resultados:
• menor acidez
• mayor cuerpo
• mayor amargor
• mayor merma
Un vez que se ha tostado se puede hacer mezclas o ‘blends’. esto es combinar diferentes tostados incluso procedentes de distintos grados de tostado, para crear mezclas únicas que despierten sensaciones a través de su sabor y matices.
No olvides que en el tostado el grano verde se transforma en una nueva versión de sí mismo y, por eso, surgen cambios en su interior y también en su apariencia. Estos cambios se reflejan de distintas formas.