El nombre nos da pistas sobre la preparación el café “Shakerato“. Viene del verbo inglés “shaken” (sacudido) con un final muy italiano “-rato”. Y así es exactamente como se hace: un expreso (o cualquier otro tipo de café concentrado) que se agita con azúcar sobre hielo. Lo que obtenemos no es solo un expreso helado dulce, sino uno que ha transformado su textura: aterciopelado y cubierto con una espuma cremosa, debido a que al agitar el café creamos burbujas de aire, ayudados por la “generosa” dosis de azúcar. Y el resultado es un café más cremoso y refrescante.