El escenario actual en México con los datos más relevantes que dan cuenta de su posición en el mundo.
Existe toda una industria que vive del café y sostiene a miles de mexicanos, incluidos los campesinos que lo cultivan: ésta es la que hace posible que en los supermercados y tiendas de conveniencia puedas encontrar café tostado, molido o no, y café soluble.
La presencia internacional de esta industria en México es importante, pues Nestlé tiene aquí la planta de café soluble más grande del mundo, la cual trabaja con 70 mil productores —principalmente de los estados de Guerrero, Veracruz y Chiapas— y genera 600 empleos directos y seis mil indirectos, además de una derrama económica anual de alrededor de siete mil millones de pesos.
En lo que se refiere a la industria cafetalera mexicana, hay varios actores impor- tantos que deben ser mencionados.
Podemos comenzar con Café Marino, empresa fundada en 1950 por los hermanos Ricardo y Enrique I.izárraga Granados, quienes comenzaron en Mazatlán en un expendio con un tostador pequeño y hoy, después de dos generaciones más, pueden decir que tienen un 86% de cobertura nacional y exportan a Estados Unidos, Canadá,Japón, Corea e Islandia.
Otro de los grandes jugadores en esta industria es Sabormex, que inició en 1964 con el nombre de Cafés de Veracruz y hoy en día tiene seis marcas distintas de café que pueden encontrarse en el mercado nacional, algunas de granos tostados y molidos y otras de café soluble.
También resulta obligado hablar de Agroindustrias de México, que tiene presencia en cinco de las 12 regiones cafetaleras del país y, además, cuenta con 11 beneficios secos, 7 húmedos y 13 centros de compra, infraestructura que aparte le permite comprar y vender café en México, exportar a Estados Unidos, Puerto Rico, Japón, Australia, Holanda, Suecia, Alemania, Suiza y Emiratos Arabes Unidos.
Sin duda, la industria cafetalera cumple un papel importante dentro del mundo del café en México, puesto que mueve grandes cantidades de grano y en el proceso involucra a un gran número de personas.
El detalle está en que se rige bajo las reglas de mercado de la bolsa de valores, y esto no siempre beneficia al productor.
Por otra parte, aunque esta industria facilita el acceso al café, las presentaciones con las que éste llega al consumidor generalmente implican que aun cuando tenga un buen sabor en la taza, el café cuenta ya con menos propiedades que aquel que tiene una fecha reciente de tostado.
Quizá lo mejor sea tener un balance entre el café que se consume sólo para obtener una dosis de cafeína y aquel que se bebe para disfrutar y apreciar al máximo la gama de sabores que tiene un café y todas las propiedades que ofrece a quien lo toma.
