Un manual de 1832 menciona la técnica de extracción de café en frío, indicando que este método por completo las propiedades orgánicas de la bebida, ya que reduce la calidad de componentes amargos y astringentes y preserva en gran medida el aroma. La razón por la cual este método no se extendió es que lleva mucho tiempo: preparar un litro de café requiere de entre 6 y 24 horas, dependiendo del gusto. Este método tiene muchas variantes y se han propuesto varias recetas con motivos de su bicentenario.
En esencia, el equipo de preparación en frío, también llamado goteo frío, aunque los puristas subrayan que existen diferencias entre los dos, consiste en una cámara de agua (o cámara de agua y hielo o solo hielo) colocada encima de un filtro que contiene café en polvo. Abajo se coloca un recipiente para el café preparado. El primer paso es cargar el filtro con café molido bastante grueso y saturando con agua. Luego se coloca el recipiente colector debajo y se regula el grifo que verterá el café preparado a razón de 6 a 10 gotas cada 10 segundos (unos 3 ml por minuto). La relación café/agua debe ser de aproximadamente 70 a 90gr por cada litro, es decir, de 7 a 9 gr por cada 100ml.